domingo, 26 de diciembre de 2010

Feliz Navidad 2010

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo
Merry Christmas and Happy New Year
Buon Natale e Felice Anno Nuovo



Desde Nicaragua saludos,

martes, 14 de diciembre de 2010

EL futuro sera mio.

Una de los mejores atributos del internet es el poder oír programas de radio de otros países y algunos hasta te los puedes descargar y oírlos en algún otro momento, al final la tv no mato a la radio, ni el internet acabo con la TV, imagino que así pensaba muchas personas en los inicios del siglo pasado cuando se comenzó a difundir la fotografía, creían que desplazaría a la pintura. No creo en las tecnologías que desea excluirse unas a otras, pero hay nuevas tecnologías que entra en el mundo con esa idea y creen que pueden apropiarse y formarse sobre el cadáver de la vieja tecnología, claro si se fijan bien, como lo mencionaba con anterioridad esto nunca ha sucedido. La Fotografía no eliminó a la pintura el Cine no eliminó al teatro y así sucesivamente. Todos se han enriquecido con el otro, se forman y crecen, inclusive se fusionan como la TV y el internet, pero no logran destruir al otro ni borrarlo para siempre.
Últimamente me estoy bajando los programas de radio de Melvyn Bragg, llamado “In Our Time”, en una traducción libre seria como, “En nuestro Tiempo”. En cada programa se analiza un tema relacionado con la historia de las ideas que han influido nuestros tiempos, como también episodios notables o personalidades interesantes, es un programa de debate y discusión, donde se invitan a especialistas. El programa del dos de diciembre se dedico a la figura histórica de Cleopatra y como su imagen ha ido cambiando a través del tiempo, su familia, el Egipto de los Tolomeos y la visión que tenían los romanos de una mujer faraón pero el siguiente programa me dejo un mal sabor de boca, se dedico a Thomas Edison, es un personaje importante pero falto mencionar a Tesla y los mal que fue tratado no solo por Edison sino también por la sociedad del momento que no entendía sus ideas futuristas, se abordo el conflicto entre Edison y Tesla, pero no hablaron sobre la victoria de Tesla sobre Edison en la guerra de las corrientes, ya le escribiremos al señor Bragg que nos deben un programa sobre Nikolas Tesla, al final este inventor sabia que no era su momento, muy bien dijo TeslaQue el presente es de mis enemigos pero el futuro será mío”.


Les dejo un video de dos minutos donde resumen la obra de Tesla y sus encontronazos con Edison.




domingo, 12 de diciembre de 2010

tratado sobre las ballenas por Philip Hoare


El año pasado entre los mejores libros que tuve oportunidad de leer, se alza sin nadie que se le iguale Leviathan de Philip Hoare, una obra muy completa, parte tratado de literatura, estudio de biología marina, Biografía, arte, historia de la cacería de ballenas y su industria a través de un análisis de Moby Dick de Melville y de este mamífero tan desconocido llamado ballena, el animal más grande de la tierra que esta hace algunas décadas no se había podido fotografiar en su hábitat ni se había hecho un estudio serio sobre él. Por años los faros de las calles de Londres se iluminaban gracias a la grasa de ballenas y las primeras fortunas de la joven república de Estados Unidos a principios del siglo XIX fueron amasadas gracias a la caza de ballenas.

El pintor británico Turner fue patrocinado por un comerciante ballenero, inclusive tiene cuatro pinturas sobre la caza de ballenas, los artistas nunca fueron muy amigables con este animal, siempre fue retratado como un monstruo, claro las leyendas que rodean a este animal siempre lo han descrito como un gran fiera, un asesino, nada más alejado de la realidad, es un animal tímido incapaz de dañar a menos que sea molestado.

Hoy leyendo la revista de Letras encontré una entrevista con el autor Philip Hoare y el anuncio de la publicación en español de su libro Leviatán o la ballena. Les dejo algunas de las preguntas con sus respuesta de la entrevista, la pueden leer completa en este enlace,

Philip Hoare, en el vientre de la ballena Por Josep A. Muñoz Entrevistas


Leviatán o la ballena puede entenderse como un cuaderno de bitácora siguiendo la novela Moby Dick y empleando también la biografía de Herman Melville…

Es casi como una guía para tramposos a los que no les apetezca leer Moby Dick, pero que quieran presumir de conocer la historia (risas). Debemos entenderlo, no todo el mundo tiene tiempo de leer un libro de setecientas páginas. Leviatán o la ballena sería un “Todo lo que quieres saber sobre…” (risas). Por supuesto, está inspirado en el espíritu de Melville y en su manera artesanal de trabajar. Si Melville escribiera ahora la novela, las busquedas en google interferirían en su método, acabaría atrapado en una disgresión que le llevaría a otra y a otra… Es lo que sucede con internet y los buscadores, no acabas nunca. Algo que me sorprendió mucho de Melville es la cantidad de textos que copió de otras fuentes, por supuesto, sin pedir permiso. ¡Era un plagiario como la copa de un pino! Lo hacía como si, en la actualidad, escribiera copiando directamente de la wikipedia


El tuyo es un libro inclasificable. Hay quien dice que se trata de un ensayo, otros que se acerca al reportaje, al tratado literario, al texto sobre zoología… Pero, en definitiva, no se entiende sin ver claro que se trata de una novela.

Absolutamente. Me gusta que la gente lo lea así. No hice ninguna estructura cuando lo escribí, no tenía un índice ni una escaleta para guiarme, quería que fuera una historia similar a la que podría contarle a un amigo, con referencias a lecturas, lugares para visitar, cosas que ver, pero no hay un planteamiento esquemático, sino una narración libre, lejos del típico “A, B, C”. Entendí que debía ser de esta manera porque las historias reales, cuando nos suceden, surgen en forma de episodios. Rechazo la noción de la escritura objetiva porque todos somos humanos y, si escribimos, debemos hacerlo desde nuestra participación activa, partiendo de las vivencias con lo que nos rodea, pero sin olvidar la perspectiva general. Por ejemplo, cuando escribo sobre experimentos científicos puedo fantasear recreando sus efectos a gran escala.


¿El arte ha tratado bien a las ballenas?

No. Se empezó mostrándolas como monstruos, cuando aún se creía que la Tierra era plana. Luego, como proveedoras de sustancias industriales, con retratos horribles, hinchadas de gas, en estado de descomposición… El propio Melville dio una descripción muy equivocada de ellas. No nos acercamos a la realidad hasta que pudimos verlas bajo el agua. Para entonces el hombre ya veía el planeta Tierra desde el exterior, por lo que estamos hablando de un descubrimiento muy reciente. Aún me sorprende que una especie con más de cincuenta millones de antigüedad y tan inmenso, no haya sido estudiado hasta hace unas décadas

lunes, 6 de diciembre de 2010

Una guerra perdida

Una guerra perdida contra el crimenDavid Simon, creador de 'The Wire', pasó un año empotrado en el departamento de homicidios de la policía de Baltimore para escribir 'Homicidio', el libro, que se publica ahora y sirvió de base a la serie.

CARLOS PRIETO MADRID 05/12/2010

La última temporada de The Wire' se acaba de editar en DVD.En 1988 murieron asesinadas en Baltimore 234 personas. El departamento de homicidios de la ciudad echaba chispas. Una de las principales válvulas de escape de los agentes era reírse de David Simon, un joven periodista del Baltimore Sun empotrado allí para escribir una crónica, Homicidio, que la editorial Principal de los Libros publica ahora en España. "Cuando unos mandos confusos permitieron que Dave pasara un año con nosotros, mis colegas y yo sonreímos y jugamos con él como bebés a los que les hubieran puesto un juguete nuevo en la cuna. Para nuestro disfrute, Dave, un joven abstemio, se emborrachaba como una cuba con sólo unas pocas cervezas", confesaba el teniente de homicidios Terry McLarney en un epílogo a Homicidio escrito en 2006.

Bromas aparte, con el tiempo los agentes de la ley se fueron acostumbrado a la presencia de Simon ("era un periodista novato de dudosa habilidad que vestía camisetas, llevaba un pendiente de diamante en la oreja e iba a todas partes con su libretita", recordaba McLarney), y acabaron por abrirle las puertas de los escenarios de los crímenes y de las salas de interrogatorios. Los detectives se comportaban como si aquel tipo no estuviera allí. "Se convirtió en la proverbial cucaracha en la pared, que absorbía cuanto sucedía mientras los demás andábamos demasiado ocupados lidiando con los asesinatos como para preocuparnos por cómo nos estábamos comportando en su presencia", decía McLarney.


"Compartí con los inspectores un año entero de comida rápida, discusiones de bar y humor de comisaría", explica Simon en el libro. Un planazo que dio sus frutos. Homicidio es una antológica pieza de periodismo, un estudio de un grupo de machos alfa enfrentados a una guerra urbana de baja intensidad. Pero el concienzudo trabajo de campo de Simon no se quedó allí. Por si no hubiera tenido suficiente con convertirse en el mono de feria de un grupo de policías hormonados durante 12 meses, Simon se empotró después durante un año en una esquina de traficantes en Baltimore Oeste. El resultado del experimento se llamó La esquina (1997), escrito junto a Ed Burns, que Principal de los libros publicará en 2011. La fusión de estas dos experiencias, de esta intensa convivencia con policías y camellos, dio lugar a la serie The Wire (2002-2008), de la que ahora se edita en España la última temporada en DVD.

Falta de clímax
Muchos de los elementos que llaman la atención de The Wire están en Homicidio. Para empezar, una asombrosa falta de acción para tratarse de un relato policiaco. "La televisión nos ha dado el mito de la caza frenética, de la persecución a toda velocidad, pero en realidad no existe nada así. Los policías encargados de los asesinatos siempre llegan allí después de que los cuerpos hayan caído, y cuando un inspector de homicidios sale de la oficina, tiene que esforzarse para no dejarse su pistola en el salón", escribe Simon en el libro.

Casi todos los casos se resuelven por la incompetencia de los asesinos
Pero sobre todo destaca una ausencia que provocó bastante desconcierto cuando la serie empezó a emitirse: la ausencia total de clímax dramático. Se trata de una decisión política ligada a un modo de representar la realidad. Una de las principales preocupaciones de Simon durante el proceso de documentación de Homicidio era que el libro no parecía tener "clímax" y temía que "su conclusión quedara abierta, vacía y fallida". Esta sensación se agudizó cuando los agentes fueron incapaces de resolver el asesinato de la niña Latonya Wallace, uno de los casos que vertebran el libro.

Pero Simon se dio cuenta de que lo que parecía un defecto no era otra cosa que la metáfora perfecta del fracaso del sistema. "El final ambiguo y vacío era el correcto" porque "era real". "Es así como funciona el mundo. O como no funciona", espetó a su editor. "No estaba frente a asesinatos que fueran a cambiar el curso de la actualidad política. Ni tampoco eran carne de obras teatrales perfectamente montadas que rezumaran moralidad. En verano, cuando el número de víctimas subió tanto como la temperatura de Baltimore, comprendí que estaba en realidad en una fábrica. Era investigación criminal en cadena, un sector en creciente expansión para el cinturón industrial de una América que había dejado de fabricarlo prácticamente todo, excepto corazones destrozados", cuenta Simon.

Muerte a 'C.S.I.'
"La lucha contra las drogas ha dado paso a la lucha contra los pobres"
El oficial Terry Mclarney también hablaba en su texto de cómo ha cambiado su trabajo desde que Simon escribió el libro en 1988. "El llamado efecto C.S.I ha elevado las expectativas de los jurados a niveles absolutamente irracionales", decía. Precisamente, el método de Simon está en las antípodas de los mundos fantásticos de C.S.I. Homicidio es una desmitificación sin contemplaciones de un trabajo que tiene poco que ver con la sofisticación tecnológica y mucho con las investigaciones chapuceras, los recortes fulminantes de presupuesto, las condiciones laborales draconianas, las resacas espantosas y los métodos brutales. Algunos casos de asesinatos se resuelven; otros mueren en callejones sin salida, y el resto se pierden en laberintos político-burocráticos o chocan contra el muro de la ineficacia, algo de lo que tampoco se libran los criminales.

"No hay momentos totalmente perfectos en los que un inspector, siendo un asombroso científico con sobrenaturales poderes de observación, se inclina para ver mejor un fragmento manchado de alfombra, saca de él una fibra característica de pelo cobrizo caucasiano, reúne a sus sospechosos en un salón exquisitamente amueblado para inmediatamente decirles que el caso está resuelto. Los mejores inspectores admitirían que en 90 de cada 100 casos lo que salva la investigación es la abrumadora predisposición del asesino a la incompetencia o, cuando menos, al error garrafal", escribe Simon en Homicidio.

La derrota permanente
Pero el problema de fondo no es que los agentes hagan bien o mal su trabajo, sino que flota en el ambiente la sensación de que la lucha contra el crimen es una batalla perdida. Que a un asesinato le seguirá otro asesinato... en la misma esquina de la ciudad. Simon escribe esto tras pasar por el escenario de un crimen: "En media hora el muerto estará en la mesa del forense. Y los traficantes seguirán vendiendo cápsulas azules en este cruce, dejado de la mano de Dios. Nada de lo que se diga ahora va a cambiar eso". Y resume así su visión sobre la guerra contra las drogas: "La primera temporada de The Wire fue una denuncia seca, deliberada, de la prohibición de las drogas en EEUU, una Guerra de los Treinta Años que figura entre los fracasos más curiosos y globales que se registran en la historia de esta nación. Lo que empezó como una guerra contra el narcotráfico hace ya varias generaciones se ha convertido en una guerra contra las clases marginadas".

La conexión
Dice el novelista Richard Price en el prólogo del libro que la "guerra" narrada por Simon se extiende "desde las ruinosas casas de Batimore" hasta "las salas del Parlamento estatal de Annapolis". Homicidio va más allá del estudio costumbrista sobre el trabajo policial para analizar las intrincadas relaciones entre, por ejemplo, la detención de un sospechoso y los engranajes del poder municipal. "Revela, con no poca ironía, cómo las tácticas de supervivencia en las calles son un reflejo de las tácticas de supervivencia en el ayuntamiento y cómo todos los implicados en la guerra de la droga viven y mueren por los números: kilos, onzas, gramos, píldoras y beneficios para los de un bando; delitos, arrestos, porcentaje de casos resueltos y recortes presupuestarios para los del otro. Es un examen desde el punto de vista de la realpolitik de un municipio inmerso en unos disturbios a cámara lenta", dice Price.

Simon, con su habitual agudeza, lo explicaba así: "En esta América posmoderna, cualquier institución en la que sirvas o te sirvanun departamento de policía o un periódico, un partido político o una iglesia, Enron o Worldcom termina por traicionar y traicionarse".

tomado del periodico el Publico,

http://www.publico.es/culturas/350221/una-guerra-perdida-contra-el-crimen

'Sólo en español puedo ser Yasmin Levy'

Ilya U. Topper Estambul
Actualizado domingo 05/12/2010

Tiene la voz suave y apasionada, como si estuviera a punto de romper a cantar en cualquier momento. Yasmin Levy prefiere hablar en inglés, pero cuando intercala alguna frase en castellano, lo hace con fluidez, sin acento, como si fuera su idioma. De hecho, es su idioma: el que eligió para cantar, para escribir las letras de sus canciones.

"Sólo cuando escribo en español puedo ser loca, puedo ser Yasmin", dice. Nadie lo habría imaginado: Yasmin Levy nació en Jerusalén hace 34 años. Su padre, sefardí, era oriundo de Turquía pero murió cuando la niña tenía poco más de un año; su madre es judía de origen turco. Pero el idioma con el que creció Yasmin fue el hebreo, oficial en Israel. "El ladino se convirtió en el idioma secreto de los padres: lo hablaban cuando querían que los niños no les entendiesen", recuerda Yasmin.

El puente parecía roto, pero a los 17 años, Yasmin llegó a Sevilla. "Aprendí español en un mes. No lo había planificado, cuando llegué no sabía decir ni hola. Pero las lenguas se me dan bien", sonríe. Y al saber castellano, de repente, pudo entender el legado que le dejó su padre, el musicólogo Yitzhak Levy: 10 libros con canciones litúrgicas y otros cuatro de romances, todo en ladino, el español del siglo XV que aún hablan unos 150.000 sefardíes de los Balcanes, Turquía y Marruecos, casi todos ahora en Israel. "Él dedicó su vida a preservar esta música. Hacía venir a gente para que cantasen, lo apuntaba todo, luego lo cantaba y grababa él. Yo me crié escuchando su voz".

Yasmin aún está emocionada con la noticia que le acaban de dar: que la ciudad de Manisa, donde nació Yitzhak Levy, le dedicará una calle. "Después de venir de España en 1492, la familia de mi padre se quedó unos 500 años en Manisa; huyeron a Israel en 1922, cuando los griegos quemaron la ciudad; él tenía tres años", recuerda Yasmin. Será imposible localizar la casa donde nació: ya no quedan sefardíes en Manisa. "Pero elegiremos una calle del antiguo barrio judío y le pondremos su nombre. Es el mayor regalo que me han podido hacer", asegura, radiante.

"Quiero expresarme yo misma. Y cuando lo hago escribo en español moderno: el ladino es algo sagrado para mí, intento no tocarlo".Todo esto, a pesar de que el ataque a la flotilla de Gaza ha destrozado las relaciones entre Turquía e Israel. En ambos lados: "Yo vine a cantar aquí precisamente en aquel momento y en Israel hubo quien me dijo que eso estaba mal. Yo respondí que iba a ir otra vez y otra y otra. Yo soy música, no política, e iré donde la gente quiera escucharme. Además, Turquía es el país que aceptó mis raíces, mi familia. Eso no lo olvidaré nunca. Es como una segunda patria para mí". Y ella es, sin duda, algo así como una hija para las parejas de ancianos sefardíes de Estambul que la escuchan desde el patio de butacas y rompen a reír cuando ella cuenta en castellano ―antes de repetirla en inglés― una divertida anécdota que sirve de prólogo a sus casi siempre tristes canciones. El español es su idioma de escenario.

No quiere opinar de política, pero hablan los hechos: ha compartido álbum con la cantante egipcia Natasha Atlas y en la banda que la acompaña hoy ―guitarrra, bajo, cajón flamenco, batería, violín...― hay músicos de cinco países. En los últimos años ha juntado en el escenario a "Armenia, Turquía, Grecia, Israel, Irán, España, Inglaterra, Escocia, Paraguay, Ghana..." Aunque entre los primeros cinco países hay cuatro amagos de guerra, aquí "no hay lugar para pelearse: hacemos música".

"Soy el resultado de esta mezcla de culturas"
Una música nada purista. "Siempre mezclo. Me crié en Jerusalén, que es un horno de fundición, con gente de todas partes, con musulmanes, cristianos, judíos, ateos... De niña olía todo tipo de fragancias, de comidas. Soy un resultado de esta mezcla de culturas". Pero cuando Yasmin quiere ensayar una canción nueva "en primer lugar voy a ver a mi madre. Voy a su cocina, le pido que me cante y la grabo. Luego voy a los libros de mi padre y luego estoy abierta a sugerencias", describe el proceso creativo.

"Mi madre solía cantar para mí mientras cocinaba o limpiaba ―había aprendido las canciones sefardíes de él― y así es como siempre se ha transmitido esta música: en la cocina, de madres a hijas". Desde luego, Yasmin no hace caso a las normas ortodoxas según las que una mujer no puede cantar ante hombres. "Eso lo dice la religión, pero los sefardíes son mucho más abiertos".

No todo es tradición: en cada álbum que lanza, Yasmin intercala las cantigas tradicionales ―"que canto con respeto, casi temor"― con sus propias creaciones. "Quiero expresarme yo misma. Y cuando lo hago escribo en español moderno: el ladino es algo sagrado para mí, intento no tocarlo".

Descubrir la copla fue una revelación: es desmesurada la emoción que derrocha al cantar 'La hija de Juan Simón', de Antonio Molina. Y con su último disco, 'Sentir', se lanzó de cabeza al flamenco, tanto que lo editó en 2009 el productor español Javier Limón. En estos ritmos, Yasmin redescubre algo así como un hijo perdido. "La raíz del flamenco son las canciones litúrgicas judías, lo que se cantaba en la sinagoga en España. También están las liturgias musulmanas de la mezquita y la escala que los gitanos trajeron de la India. La mezcla de estos tres elementos creó el flamenco".

Y ahora sí, Yasmin Levy se arranca a cantar en la entrevista, modula un canto judío religioso, luego la llamada a la oración musulmana, finalmente un 'quejío' flamenco... "¿Ves? Es el mismo sonido...". Judío o no es lo que menos importa: "Gran parte de las canciones que hoy se llaman sefardíes y que yo canto eran originalmente cristianas, pero sólo los judíos las preservaron. Los judíos amaron España, y la siguen amando. Cuando se les obligó dejar el país, lo único que se pudieron llevar eran estas canciones y la lengua". La lengua en la que Yasmin Levy, cinco siglos después, puede volver a ser ella misma.



tomado del periodico el Mundo,

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/03/cultura/1291377894.html

jueves, 2 de diciembre de 2010

La autobiografía del 'padre' de Tom Sawyer

Todavía lo tengo muy fresco en la mente, lo recuerdo bien, el día que mi profesora de English gramar nos dejó de tarea en casa la lectura de un cuento, se llamaba The Celebrated Jumping Frog of Calaveras County era de Mark Twain, ya habia visto la película de las aventuras de Tom Sawyer pero no me habia interesado el libro, cuando ese dia en mi casa me lei esta corta historia de Mark Twain, la historia me gusto mucho, mi profesora me consiguió una recopilación de cuentos de Mark Twain, con el tiempo se me perdió pero hace algunos años encontré el libro editado por Penguin como The Portable Mark Twain en Penguin Classics, el libro para ser una edición en pasta suave es muy completa, desde el estudio preliminar hasta la recopilación de las obras más importantes, entres ellas la ya mencionada historia de la Rana saltarina del Condado de Calaveras y How I Edited an Agricultural Journal Once, Jim Baker's Blue-Jay Yarn, A True Story, Roughing It, The Innocents Abroad, Life on the Mississippi, Adventures of Huckleberry Finn y algunas cartas y discursos, ese mismo año encontré la autobiografía de Mark Twain, con una introducción bien completa, donde menciona lo difícil que es la recopilación y edición del las memorias de Twain, no llevan un orden cronológico, al ser dictadas se vuelven muy anecdóticas y saltan de su juventud a encuentros recientes en su vejez, pero aun con todas estas trampas que dejo Twain, la autobiografía termina siento una delicia, te saca una sonrisa cada tres páginas o te deja extrañado por las historias que cuenta. Ahora en el centenario de su muerte este año se han publicado una nueva edición de su autobiografías y están causando mucho asombro no solo por su contenido sino por sus ventas, no hay periódico en Estados Unidos que no tenga una reseña en su sección literaria y eso que es el primer volumen de los tres que se publicaran, les dejo un artículo en el país sobre la publicación, bueno ya lo decía el padre de la literatura Estadounidense en su obra “How to tell a story”, The humorous story is told gravely; the teller does his best to conceal the fact that he even dimly suspects that there is anything funny about it.
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Con ustedes Mark Twain, 'best seller'

La autobiografía del 'padre' de Tom Sawyer se publica por vez primera sin censuras y en el orden en que él la escribió - El libro se convierte en inesperado superventas
BARBARA CELIS - Nueva York - 01/12/2010

El próximo martes se conmemora el 175 aniversario del nacimiento de Mark Twain, padre de Huckleberry Finn y Tom Sawyer, retratista sagaz y universal de una América pasada que tiene mucho de presente, tan famoso en vida como un siglo después de su muerte.

Ayer se conmemoró el 175 aniversario del nacimiento de Mark Twain, padre de Huckleberry Finn y Tom Sawyer, retratista sagaz y universal de una América pasada que tiene mucho de presente, tan famoso en vida como un siglo después de su muerte. Aún así, resulta difícil creer que en una sociedad tan entregada al culto a la novedad y la juventud como la estadounidense, Mark Twain haya conseguido encaramarse hasta el número dos de las listas de ventas de libros de no ficción. Pero ha ocurrido: la primera entrega de la nueva autobiografía del escritor, sin las sucesivas censuras que sufrió por parte de múltiples editores durante el siglo pasado, ha llegado este mes a las librerías estadounidenses como un huracán.

Titulada sencillamente Autobiography of Mark Twain Vol 1, sus 760 páginas están siendo devoradas con avidez por los lectores estadounidenses, que han agotado las reservas de las librerías y han obligado a los responsables del libro, la editorial University of California Press y el Mark Twain Project de la Universidad de Berkeley, a quemar motores en la imprenta. "No esperábamos nada semejante. Desde que en primavera anunciamos que se publicaría no se ha dejado de hablar del libro, pero no esperábamos vender más de 10.000 ejemplares. Aún así, vimos que las expectativas creadas por la prensa crecían tanto que cuando en septiembre se empezó a imprimir ya se habló de 50.000 ejemplares". Es la sorprendida opinión de Robert Hirst, editor del libro y director del Mark Twain Project, centro neurálgico en el que se estudia y cataloga desde hace cuatro décadas el legado del escritor al que Hirst ha dedicado toda su vida. "Estoy seguro de que la atención creada por la prensa ha contribuido al éxito de la autobiografía aunque también creo que en los últimos meses se han publicado suficientes extractos como para que el público supiera qué esperar. Resulta que esa clientela sumergida que Mark Twain consideraba su audiencia real, gente que no lee la revista The New Yorker, sigue existiendo y quiere leer más", afirmó Hirst a este diario por correo electrónico. La referencia a la revista The New Yorker no es casual: es una de las escasas publicaciones que ha criticado el libro y que se ha atrevido a definirlo como "un gran aburrimiento" en palabras del crítico Adam Gopnik, quien además se queja de que en esta nueva edición solo haya un 5% de material nuevo respecto a las anteriores. "Decir que 'la prosa dictada de Twain es floja y antirrítmica' [palabras de Gopnik] es una equivocación colosal. Quien se aburra con este libro no tiene sentido del humor o no le ha prestado atención. En el caso de Gopnik ocurren las dos cosas", comenta Hirst, quien confirma que ya se han impreso 300.000 copias.

Lo cierto es que las críticas del primer volumen de una autobiografía que incluye otros dos libros de unas 600 páginas cada uno y que se editarán en los próximos años no podría haber sido mejor. Desde Publishers Weekly a Los Angeles Times, todos han destacado la mordacidad, el humor, la sagacidad y la brillantez de una autobiografía que Twain dictó a su secretaria en 1910 y que por primera vez puede leerse en el orden que él la concibió: no de forma cronológica como en ediciones anteriores sino saltando hacia adelante y hacia atrás en el tiempo. "En ese sentido se le puede considerar como el primer bloguero de la historia", comenta Hirst. Además, en el libro hay múltiples referencias a personajes de su época, desde la familia Rockefeller a políticos como Theodore Roosevelt, para los que Twain no siempre tiene palabras amables. Por eso quiso que se publicara años después de su muerte. "A veces dijo que quería que pasaran 30 años para publicar este texto, otras habló de 500 años. Era un tipo muy irónico... Pero en varias ocasiones dejó claro que no quería autocensurarse y la única manera de evitarlo era asegurarse de que la autobiografía se publicara al menos cien años después de su fallecimiento, de modo que ni él ni toda la gente de la que habla sin tapujos se viera afectada por lo que dice de ellos", explica Hirst.

La fiebre Twain no se para en el libro. Aprovechando la conmemoración de su nacimiento, la Biblioteca Pública de Nueva York y la Biblioteca Morgan han organizado dos exposiciones en las que se muestran desde los manuscritos originales de Huckleberry Finn a cartas, fotografías y cientos de documentos que harán soñar a los amantes de este autor tan inmaculado en el vestir -siempre iba de blanco- como afilado y sobresaliente en su pluma.
Tomado del Pais.com,
http://www.elpais.com/articulo/cultura/ustedes/Mark/Twain/best/seller/elpepucul/20101201elpepicul_1/Tes