viernes, 31 de julio de 2009

Espartaco y Pepsi

El esclavo tracio que lidero una gran rebelión de gladiadores contra Roma, conocida como Tercera Guerra Servil pero me gusta mas el nombre que le da Plutarco “Guerra de los Gladiadores” ha sido fuente de inspiración para muchos revolucionarios y pensadores que fueron convirtiendo la imagen del líder de la revuelta en un símbolo contra la esclavitud, Marx, Che Guevara, lo nombraron héroe, la realidad es que poco se conoce de los orígenes del líder de los Esclavos.

Mejor dejemos al buen Apiano para que nos diga un poco mas sobre este problemático esclavo:

"Al mismo tiempo, Espartaco, un Tracio de nacimiento, que habían servido como un soldado con los romanos, pero desde hace algún tiempo había caído como prisionero y fue vendido como gladiador, cuando estaba en la escuela de gladiadores de Capua , persuadió a unos setenta de sus compañeros para que se rebelaran por su libertad y para que no siguieran siendo la diversión de los espectadores. Superaron a los guardias y huyeron, se armaron con palos y puñales que les quitaban a las personas que se encontraban en los caminos, y se refugiaron en el Monte Vesubio. Ahí se le unieron muchos esclavos e inclusive hombres libres, con los cuales saquearon todas las comarcas vecinas, " Apiano, Guerras Civiles, 1.116.

Encontré este video publicitario de Pepsi, usando imágenes de la película de Stanley Kubrik “Spartacus”, la idea esta tremenda,

paseando por Matagalpa


Foto de Andreu1917, tomado de su pagina en Flickr, para ver sus fotos, AQUI

jueves, 30 de julio de 2009

El corresponsal más leído, Ernie Pyle



Ernie Pyle. «El cuerpo yació solo durante un largo tiempo en una zanja situada al borde del camino. Los hombres esperaban a una distancia segura, buscando una oportunidad para retirar el cuerpo pero el servidor de la ametralladora, todavía oculto, batía el área cada vez que alguien se movía». Así describiría James Tobin años después la manera en que Ernie Pyle, uno de los corresponsales de guerra más famosos de la última contienda mundial, había quedado sin vida merced a la acción de un francotirador japonés en la isla de IeShima, cerca de Okinawa. Sin embargo, la descripción podía haber resultado adecuada para cualquier corresponsal muerto en cualquier guerra. En buena medida, en Ernie Pyle se hubieran reconocido muchos. Había nacido el 3 de agosto de 1900 en la granja de Sam Elder, un enclave agrícola de Indiana. Hijo único de una familia de agricultores, supo, sin embargo, desde el principio, que no continuaría la tradición paterna de «mirar la parte sur del caballo que se dirige hacia el norte». Acabó así los estudios primarios y, cuando en 1917 Estados Unidos entró en la I Guerra Mundial, se presentó voluntario.Concluyó su entrenamiento como marino pero la firma del armisticio le impidió combatir. En 1919 se matriculó en la universidad de Indiana con la intención de estudiar periodismo. No acabó los estudios ya que en 1923 aceptó un trabajo como reportero en el LaPorte Herald. Duró allí pocos meses. El Washington Daily News le ofreció dos dólares y medio más por semana y Pyle no dudó en aceptar. La relación profesional se vio rota temporalmente cuando en 1925 contrajo matrimonio con Geraldine Siebolds Jerry y decidió recorrer con ella el país. Llegaron a viajar 15.000 kilómetros en diez semanas pero en 1927, Pyle se había reincorporado a su trabajo en el Washington Daily News, comenzando a escribir una columna diaria relacionada con la aviación. Durante los años treinta Pyle cruzaría el continente 35 veces y escribiría una serie de artículos extraordinarios sobre la vida en Estados Unidos.Para ese entonces, Pyle gozaba ya de un enorme reconocimiento nacional y de un matrimonio trágico. Desde 1937 Jerry comenzó a padecer de profundas depresiones que la precipitaron a un consumo abusivo de tranquilizantes. A esas alturas, Pyle ya estaba alcoholizado pero decidió intentar ayudar a su esposa y en 1940 ambos se afincaron en Albuquerque. La idea, en apariencia buena, estuvo teñida de tragedia. Durante los meses siguientes, Jerry intentó suicidarse dos veces, una con el horno de gas de la cocina y otra encerrándose en el cuarto de baño y cortándose el cuello con unas tijeras.No se divorciaron porque se amaban profundamente pero en adelante sólo vivirían juntos en los breves intervalos en que Ernie regresaba a casa. Su unión, incluso en la distancia, era tan fuerte que Jerry apenas sobrevivió unos meses a Ernie.

Aquel mismo año de 1940, un Ernie Pyle destrozado íntimamente se desplazó a Gran Bretaña para informar de la batalla de Inglaterra. Describió el bombardeo de Londres como «la escena más odiosa y más hermosa que he contemplado nunca». Cuando un año después EEUU entró en guerra, Pyle acompañó a los aliados en el desembarco en el Norte de África. El 10 de mayo de 1943, el Washington Daily News publicaba un artículo suyo en el que se mostraba incluso amable para con los alemanes: «Humanos como cualquier otro, amistosos y un poco vanidosos».

Durante los años siguientes vendrían la campaña de Sicilia, el salto a la península italiana y, finalmente, el desembarco en Normandía. Pyle supo contar como nadie a los norteamericanos lo que sucedía al otro lado del Atlántico, pero lo hizo especialmente describiendo las vivencias de los combatientes de a pie. Podía entrevistar a un general como Omar Bradley o intimar con un piloto pero todos sabían que sus preferencias estaban con la infantería.Pyle la definió como «los muchachos de barro lluvia helada y viento» y añadió: «Aprenden a vivir sin lo más indispensable. Y a fin de cuentas son los tíos sin los que no se pueden ganar las guerras».Ese don especial de Pyle fue captado inmediatamente por una franja inmensa de población. Refiriéndose a él, John Steinbeck, el premio Nobel de Literatura, dijo que existían dos guerras. Una era la de los mapas, la estrategia, las divisiones. Ésa era la guerra del general Marshall. La otra era «la guerra de los hombres que añoran el hogar, que son graciosos, violentos, corrientes, que lavan los calcetines en los cascos, se quejan de la comida y lo hacen con humor y dignidad y valor, y ésa es la guerra de Ernie Pyle». Su columna, que aparecía en 400 diarios y 300 semanarios, terminó teniendo un peso social innegable. Cuando en 1944 escribió desde Italia que los soldados de tierra debían recibir una «paga de combate» en nada inferior a los pilotos, creó una auténtica conmoción social. En mayo el Congreso aprobó que se otorgara a los soldados un 50% de paga extra si estaban en situación de combatientes. Sería conocida como la «ley Ernie Pyle».

Al acercarse el momento del desembarco aliado en las playas de Normandía, tan sólo se permitió que 28 corresponsales de guerra norteamericanos de los 450 afincados en Londres acompañaran a las tropas. Ernie Pyle fue uno de los seleccionados y sus crónicas estuvieron entre las mejores. La batalla de Normandía resultó extraordinariamente dura. El 5 de septiembre de 1944, la columna de Pyle tenía el título Los nervios de guerra obligan a Ernie a tomarse unas vacaciones por razones de salud. En el texto, escrito desde París, Ernie Pyle afirmaba que aquella era «la última de estas columnas desde Europa» y realizaba un análisis de su situación personal y de la guerra. Llevaba ya 29 meses en ultramar, había escrito unas 700.000 palabras y pasado cerca de un año en la primera línea de combate. Odiaba tener que marcharse pero se veía obligado a tener que recomponer sus maltrechos nervios.No podía afirmar lo que la guerra iba a durar todavía pero lo que sí podía decir era que el empecinamiento de Alemania en seguir resistiendo era un «suicidio nacional». Esa absurda testarudez había tenido como consecuencia que los soldados del frente que no estaban acostumbrados a odiar a los alemanes hubieran terminado por hacerlo.

No exageraba. Tan sólo un día antes Pyle se había referido en su columna a las bajas que había sufrido la unidad a la que había acompañado desde el desembarco en Normandía. Había estado compuesta por 31 hombres y dos oficiales. A lo largo de siete semanas, habían tenido nueve muertos y 10 heridos. Había visto demasiadas muertes acaecidas tan sólo a unos pasos como para no saber que se jugaba la vida. Antes de dejar Europa en 1945 escribió a un amigo diciéndole que aunque intentaba minimizar los riesgos el suyo era un trabajo que nunca se podía llevar a cabo con una total seguridad. A su esposa le había contado que aunque estaba «muy harto de la guerra y me gustaría dejarla, sin embargo, sé que no puedo». De haberse marchado a casa, como muchos esperaban, se habría sentido como «un soldado que deserta».El hecho de recibir el Premio Pulitzer o de que el Time lo aclamara como «el corresponsal de guerra más ampliamente leído de América» no parece que supusieran ningún consuelo para él. Sólo deseaba que concluyera aquella inmensa matanza de gente a la que apreciaba.

Su siguiente destino fue el Pacífico. Desembarcó en IeShima al lado de un grupo de marines y allí encontró la muerte a manos de un francotirador. Su cuerpo permaneció solo durante un buen rato antes de que un compañero pudiera llegar a su lado y fotografiarlo.De no ser por un hilo de sangre se hubiera dicho que estaba más dormido que muerto. En sus bolsillos, los marines encontraron el borrador de una columna que pensaba publicar cuando concluyera la guerra. En ella expresaba el horror que sentía tras haber visto «hombres muertos en producción masiva en un país tras otro mes tras mes y año tras año». Camaradas de aquellos hombres colocarían en el lugar donde había encontrado la muerte una sencilla placa recordándole: «En este lugar, la 77ª división de infantería perdió a un amigo, Ernie Pyle, 18 de abril de 1945».

lunes, 27 de julio de 2009

Un poco de Percusión Egipcia

La darbuka o derbake es un instrumento de percusión de origen árabe usado en todo el Medio Oriente. Pertenece al grupo de los tambores de copa. También suele ser llamado toballe ( se pronuncia tob-bale o tubale, especialmente en Palestina (región)), zarb y dumbek (o tombak), que deriva de los dos sonidos principales que forman la base de su técnica: un sonido grave (dum) y otro agudo (tac), además de los redobles, que en árabe se llaman harakat y se los nombra como "tákatak". En Egipto se lo llama Tabla, con una palabra árabe genérica para designar instrumentos de percusión


Harry Patch, la última memoria de las trincheras

Fallece a los 111 años el último soldado de infantería que quedaba vivo del frente occidental de la Primera Guerra Mundial
BERNARDO MARÍN - Madrid - 26/07/2009
Nadie recuerda ya el infierno de sangre y fango que se vivió en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. El británico Harry Patch, el único soldado que quedaba vivo de aquella guerra de posiciones en el frente occidental murió el sábado por la mañana a los 111 años en la residencia de Wells (Somerset, al suroeste de Inglaterra) donde residía. Con él se extingue la memoria de uno de los episodios más terribles de la historia de la humanidad, el horror sin precedentes de millones de hombres recluidos en agujeros y empantanados en una guerra de posiciones en el fuego cruzado del frío, las balas y las enfermedades.

"Ha tenido un final tranquilo y ha muerto en paz", aseguraba por correo electrónico a este periódico Nick Fear, quien fuera su amigo y contacto con el mundo exterior. Según Fear, en los últimos meses la salud de Patch había empeorado y había perdido casi totalmente el oído, aunque seguía gozando de buen humor. En agosto de 2008 su médico le aconsejó rechazar ya cualquier entrevista con la prensa, aunque siguió participando en actos de homenaje a sus compañeros. El 11 de noviembre de ese año pudo vérselo sonriente junto a sus camaradas Bill Stone y Henry Allingham en Londres en la ceremonia que recordaba el 90 aniversario del fin de la Gran Guerra. La foto, con los tres veteranos en silla de ruedas, es ya irrepetible. Stone, que sirvió en la marina, murió el 10 de enero de este año a los 109 años. Y Allingham, último superviviente de la batalla de Jutlandia, falleció hace apenas una semana, el 18 de julio a los 113.
Patch había nacido en Combe Down, cerca de Bath, el 17 de junio de 1898. Dejó la escuela para hacerse fontanero pero cuando cumplió 18 años tuvo que ingresar en el Ejército para servir en la Guerra. Su destino fue manejar una ametralladora del cuerpo de Infantería Ligera del Duque de Cornualles y fue enviado a Ypres, en Bélgica, donde los alemanes habían usado en 1915 por primera vez los gases venenosos. Allí se libraba la tercera batalla de Ypres, conocida también como de Passchendaele, una de las más terribles de la guerra. Solo en aquel sector se calcula que murieron en los cuatro años de guerra unos 300.000 soldados británicos. Patch tuvo mejor suerte: en septiembre de 1917 fue herido en la ingle por un proyectil alemán que mató a tres de sus cuatro compañeros de ametralladora y pasó el resto de la guerra en un hospital de la isla de Whigh. 90 años después, en el cementerio de guerra de Flandes comentaría su perplejidad por ser el único superviviente de aquella carnicería. "Cualquiera de ellos podría haber sido yo", dijo entonces, "millones de hombres vinieron aquí a luchar y es increíble que yo sea el único que quede vivo".
Después de la guerra volvió a su trabajo como fontanero y en 1919 se casó con una joven que había conocido cuando se recuperaba de sus heridas, Ada Billington. No participó en la Segunda Guerra Mundial -tenía ya 42 años cuando Inglaterra le declaró la guerra a Hitler- pero se apuntó como bombero voluntario para apagar los fuegos que causaban los bombardeos alemanes. Con Ada, que murió en 1976, tuvo dos hijos, que tampoco le han sobrevivido. En 1980 volvió a casarse, pero su nueva mujer, Jane, falleció cuatro años después. En sus últimos años tuvo una tercera pareja, Doris, compañera de la residencia y muerta hace dos años.
A Patch no le gustaba hablar de la guerra que le tocó vivir, y que según él no mereció la pena. Odiaba recordar aquellos agujeros "de seis pies de alto por tres de ancho" donde se paseaban "ratas del tamaño de gatos". La consideraba una "disputa familiar": el rey Jorge V de Inglaterra era primo hermano del Zar Nicolás II y del Kaiser Guillermo II. De hecho durante décadas no habló del conflicto ni con su mujer, ni volvió a ver una película bélica. Sólo cuando ya rondaba los 100 años cambió de opinión al darse cuenta de que sus compañeros veteranos empezaban a convertirse en "una especie en extinción". El punto de inflexión se produjo en 1998, cuando participó en un programa de testimonios de soldados organizado por la BBC. A partir de ahí, y a medida que se reducía el número de ex combatientes, se fue convirtiendo en una celebridad en Reino Unido. El pasado 9 de marzo, en una de sus últimas apariciones públicas, Patch recibió la Legión de Honor, en grado de oficial, de manos del embajador de Francia en Reino Unido.

En agosto de 2007 vio la luz su autobiografía, The Last Fighting Tommy. Parte de sus vivencias en el frente habían sido recogidas también en Last Post, publicado en 2005 por Max Arthur con testimonios de 21 supervivientes británicos de la Primera Guerra Mundial. Entre sus recuerdos más vívidos del campo de batalla estaba la muerte de un compañero que agonizaba en tierra de nadie y que le pedía que le disparara para acortar su sufrimiento. Antes de que pudiera sacar su arma, el soldado murió pronunciando la palabra "madre". Pero no era un grito de dolor, sino de gozo y sorpresa, cómo el de alguien que encuentra a un conocido de forma inesperada. Después supo que la madre del militar había fallecido hacía tiempo y comprendió entonces que "la muerte no es el final". "Creo desde ese día", decía en su relato para Last Post, "que la palabra madre es la más sagrada en lengua inglesa".
En el mismo libro relataba cómo él y su compañero Bob mantenían siempre el arma -la ametralladora- apuntando hacia abajo, para herir en las piernas pero no matar a sus enemigos. "Creo que nunca maté a un alemán", contaba. Otra anécdota, confirmaba el carácter pacífico y sensible del soldado: cuando disparó en el hombro, y luego sobre la rodilla, para no acabar con la vida de un soldado enemigo que venía hacia él bayoneta en mano.
Tras la muerte de Patch sólo queda vivo un veterano británico de la I Primera Guerra, Claude Choules, de 108 años, que sirvió en la marina y en la actualidad vive en Australia. Además, quedan otros dos supervivientes de aquella guerra reconocidos por sus respectivos Gobiernos, un canadiense y un estadounidense, aunque ninguno de ellos estuvo en las trincheras. Las principales autoridades de Reino Unido han lamentado el fallecimiento. "Nunca olvidaremos la valentia y el sacrificio de su generación, que sigue siendo un ejemplo para todos nosotros", ha dicho la Reina Isabel II. El Principe de Gales, el primer ministro, Gordon Brown, o el líder conservador, David Cameron, también han tenido palabras de reconocimiento para Patch.

El duelo también ha llegado internet. Se cuentan ya por centenares los mensajes de condolencia en el grupo Harry Patch Appreciation Sociaty de Facebook, que tenía hasta ayer más de 2.300 miembros. Tras conocerse el fallecimiento se creó otra decena de grupos en la misma red social en recuerdo del soldado, que en pocas horas congregaron a más de 3.000 seguidores. Allí se multiplican los pésames, las alabanzas al soldado y se debatía la idea lanzada en el blog de Damian Thompson, en el Daily Telegraph, apenas una hora después de anunciarse la muerte: ¿Debería ser honrado Patch con un funeral de Estado? Varios internautas recordaban que el fallecido, por pura modestia, había rechazado esta posibilidad en sus memorias. Otros proponían aprovechar su muerte para rendir un homenaje conjunto a todos los soldados de la Gran Guerra y no contravenir así el último deseo del fallecido. A la espera de una decisión de la familia, un portavoz del ministerio de Defensa anunció ayer que el funeral se celebraría en la catedral de Wells en una ceremonia centrada en la paz y la reconciliación.

Last Fighting Tommy

Muere el último soldado británico que lucho en la primera guerra mundial, Harry Patch también conocido como el “ultimo tommy combativo” (Last Fighting Tommy) los soldados británicos que participaron en este primer gran conflicto que definió el siglo XX, era llamados Tommies o Tommy, el origen del nombre es un tema de debate entre los historiadores, aunque el nombre era usado antes de la primera guerra mundial para llamar a las tropas de infantería, el nombre se popularizo durante este conflicto. El escritor británico Rudyard Kipling escribió un poema titulado “Tommy Atkins”, en 1892 pero hay referencia al nombre desde antes de las guerras Napoleónicas. El soldado Patch sirvió en el 7th Regimiento del Duke of Cornwalls Light Infantry, acababa de cumplir 111 años el 17 de Junio, además de ser el tercer hombre más viejo del mundo. Vivió durante dos siglos, el reinado de seis monarcas y el gobierno de veinte Primeros ministros de Inglaterra. Participo en la batalla de Passchendale, fue herido y dejo el frente en 1917, durante la segunda guerra mundial sirvió como bombero voluntario durante los bombardeos de la Luftwaffe. Una de sus frases que más me ha gustado por definir el espíritu de un verdadero veterano de “la guerra que acabaría con todas las guerras”, es la que resume como eran las carnicerías durante las cargas contra la trincheras alemanas, “Si un hombre te dice que subió a la cima y no tenía miedo es un maldito mentiroso”. (If any man tells you he went over the top and he wasn't scared, he's a damn liar). Cuando se refiere a subir a la cima, imagino que es salir de la trincheras que cubrían aun hombre de estatura promedia. El funeral de Patch será en la abadía de Westmister el 28 de julio. Deja una autobiografía co-escrita con Richard Van Emden, “The Last Fighting Tommy: The Life of Harry Patch, the Only Surviving Veteran of the Trenches”.

El último tommy celebra su cumpleaños 111, junto con una banda de música

domingo, 26 de julio de 2009

Historia de la Comida.

Lo menos que puede esperarse de un historiador de la comida es que le guste comer. Felipe Fernández-Armesto lo reconoce: “Soy una persona que come mucho”, y apostilla: “Hoy en día comemos fatal”. Este catedrático de Historia Mundial y Medioambiental en el Queen Mary College mantiene un abierto sentido del humor, que trasciende su aire de profesor. Su Historia de la Comida (Tusquets) le ha proporcionado reconocimiento en los últimos años, precisamente por haberse atrevido con un tema que su gremio no consideraba digno de estudio. “Estaba casi abandonado por los historiadores y a fin de cuentas es el aspecto más fundamental de la vida, porque no hay vida sin comida”, recuerda.
La comida le ha hecho además abandonar su cátedra Príncipe de Asturias en el Departamento de Historia de la Universidad de Tufts, en Boston (EEUU), donde ha trabajado los dos últimos años, para disertar en Madrid sobre La alimentación y la humanidad, con motivo del primer aniversario del instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud.El historiador explica que, si bien todos los animales comen, el Homo sapiens es el único que ha creado una cultura propia a base de la preparación de los alimentos. El uso del fuego, por ejemplo, es exclusivo del ser humano. “Los primeros hallazgos arqueológicos son de hace unos 150.000 años, que coinciden más o menos con la emergencia del Homo sapiens, así que la cocina está muy relacionada con la ciencia de nuestra especie. Y, por lo que sabemos, aunque otros homínidos disponían del fuego, no tenemos pruebas de que practicaran la cocina”, explica.
La variedad de alimentos que ha ido recibiendo el organismo humano no ha dejado de crecer desde entonces. Al buscar nuevos tipos de comida, mediante la agricultura o la ganadería, la especie ha modificado de forma radical el planeta. “Hemos logrado influir en el medio ambiente desafiando a la evolución, creando especies que son producto de un proceso de selección basada en los objetivos del ser humano, convirtiendo desiertos en jardines y jardines en desiertos. El ejemplo más apabullante es el de las praderas norteamericanas; hasta casi mediados del siglo XIX se consideraban como terrenos estériles y ahora son el gran granero del mundo, con una producción enorme de cereales”, relata Fernández-Armesto.
El tamaño no importa.
Algunos expertos defienden que el organismo humano también ha evolucionado en función de los diversos alimentos, alguno tan decisivo como la carne, que ha ido incorporando a su dieta tras varios milenios. Fernández-Armesto tiende a quitar importancia a las teorías antropológicas que atribuyen al aporte proteínico de la carne el crecimiento del volumen cerebral de la especie: “Para mí esto del tamaño del cerebro no tiene gran interés; cerebros pequeños son capaces de abarcar grandes pensamientos”. La influencia de la carne, afirma, va por otro lado: “Alimentarse de carne tiene que ser un acto social. Para aprovechar los cadáveres animales hay que colaborar, hay que practicar la competencia, vigilar para que no intervengan otros animales carroñeros… Debió de influir mucho a la hora de forjar comunidades”.
Desde que estas comunidades comenzaron a evolucionar, sus culturas y su alimentación pasaron a ser una misma cosa. De hecho, ha sido la cultura lo que ha determinado en cada momento y lugar qué se podía comer y qué no; hubiese o no una razón justificada para ello: “Elegimos lo que comemos según nuestras normas culturales y éstas suelen ser irracionales. Los tabúes son el gran ejemplo. La importancia de un tabú consiste en su irracionalidad, porque su significado es cultural y por practicar esos tabúes irracionales te identificas con tu propia comunidad. Si fueran razonables, los adoptaría todo el mundo”.
"No veo nada en contra del canibalismo, siempre que el cadáver que te pongas a comer haya muerto antes de un modo decente"
Interrogado sobre el mayor tabú alimentario, la ingesta de carne humana, ríe abiertamente: “Es interesante moralmente, yo no veo nada en contra del canibalismo, siempre que el cadáver que te pongas a comer haya muerto antes de un modo decente… Es algo normal en las sociedades humanas; casi todas lo han practicado en una etapa determinada de su historia”.
Fernández-Armesto precisa que el canibalismo, salvo en contextos de guerra o hambruna extrema, casi nunca se utilizó como forma de alimentación. “Lo normal es que el canibalismo se practique por motivos morales, para apoderarse de las características de las personas que se come; por vengarse de los enemigos, o bien por respeto a los muertos de la propia comunidad, porque comerse a otro ser humano es una muestra de piedad, una forma de evitar que se los coman los gusanos, por ejemplo”, concluye.


Datos Biograficos de Felipe Fernandez

Felipe Fernández-Armesto nació en Londres en 1950. Doctor en historia por la Universidad de Oxford, donde ha desarrollado su carrera profesional, es profesor en la Universidad de Londres y en la Tufts University de Massachusetts y ha impartido clases en Yale, Columbia y Cambridge. Ha obtenido numerosos premios como investigador, entre ellos el de la Sociedad Geográfica Española. De sus libros, traducidos a veintitrés idiomas, destacan los títulos Colón (1992), Millenium (1995), Civilizaciones (2002), Barcelona: mil años de historia (2006) o Los conquistadores del Horizonte. Una historia mundial de la exploración (2006). Su Historia de la comida, publicada por Tusquets Editores, mereció el Premio Nacional de la Academia Española de Gastronomía a la mejor obra de 2004.
Articulo tomado del periodico el Publico.

sábado, 25 de julio de 2009

Fotos de Capa durante la SGM

Estoy leyendo en estos días el libro de Robert Capa sobre sus vivencia como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, el libro es de fácil lectura, Capa lo fue dictando a una mecanógrafa para poder terminarlo más rápido y poder cumplir con los plazos de la editorial, es un maestro de la narrativa, sus historias son algunas veces muy acomodadas para levantar el interés del lector, pero aun con su ánimo de hacer sus aventuras lo más interesantes, Capa no puede dejar de reflejar la guerra no solo con sus palabras, también con su lente, algunas de sus fotos para la revista Life acompañas el texto, están incluidas para hacer más rica la lectura. Quería compartir algunas de las fotos del “Good old Capa” durante sus campañas con el U S Army, en los diferentes teatros de operaciones. Sus fotos más famosas son las tomadas durante el desembarco del día d, lamentablemente muchas de sus imágenes se perdieron pero algunas se lograron salvar y han sido hasta ahora las fotos clásicas que plasman bien los momentos mas difíciles del desembarco bajo fuego. En la primera foto podemos ver Capa con equipo de paracaidista listo para saltar, el uniforme que lleva lo mando hacer durante su estadía en Londres y trato que pareciera lo más posible al de un oficial del ejército americano, algo que le ayudo abrirse camino en muchas ocasiones. Salto de un avión militar sin entrenamiento previo, todo por conseguir buenas fotos.

Martin Gilbert y los origenes de la SGM.

Leyendo un poco sobre las causas de la Segunda Guerra Mundial, me encontré con el libro de Martin Gibert(the Second World War, a complete history) en el website de la tienda en línea Amazon se puede leer las primeras páginas del libro, pero note algo, comienza con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939, que paso con los antecedentes, causas y orígenes, no fue simplemente que Hitler decidiera invadir Polonia por recuperar sus territorios perdidos por el tratado de Versalles en 1919. Ciertamente lo entiendo es una tema escabroso y difícil de tocar, el historiado A. J P. Taylor tiene un libro dedicado a este asunto, inclusive lleva el nombre de "Orígenes de la Segunda Guerra Mundial", editado por primera vez en 1961, ha sido descalificado por muchos historiadores y criticado por no tocar ampliamente las verdaderas causas de la guerra. Volviendo al libro de Sir Martin Gilbert, podría ser la falta de espacio, muchos editores prefieren obras pequeñas o simplemente algo que se pueda vender más fácil. Hubiera sido interesante leer un poco la visión de Gilbert desde donde comienza los antecedentes de este terrible conflicto, el tratado de Versalles de 1919, o los acontecimientos de agosto de 1914, algunos se aventuran a la crisis de Checoslovaquia, la carrera armamentistas, los problemas económicos, el colonialismo, el choque de ideologías totalitarias o muchas cosas más que bien podrían llenar bibliotecas enteras. Aunque encontremos las razones bien marcadas y subrayas con un marcador, el sinsentido e inmoralidad de la guerra siguen sin ser los temas principales de los políticos actuales, y lo ha sido después de la rendición de Japón.


Aunque nunca más se vio otro conflicto en la escala de matanza y perdidas de civiles, el mundo no a dejado de estar en guerra, Corea, Vietnam, la guerra fría, las guerras de liberación en áfrica, los gobiernos tiránicos, las guerras del golfo etc…Con todo esto nuestros gobernantes han hecho poco por preservar y mantener la paz, no hemos aprendido nada de la historia, tendemos a olvidarla con facilidad y nos parece una pérdida de tiempo analizarla, como siempre no es nada nuevo, ya cometieron el mismo error los atenienses durante la guerra del Peloponeso, los cartagineses y Romanos durante la segunda guerra Púnica y lo repitieron los seguidores de la cruz contra los fieles de la media luna. No recuerdo donde lei que era parte de nuestra naturaleza, la guerra, hemos sido seguidores de Marte desde el principio sería difícil saberlo pero nuestra humanidad siempre se mueve hacia el conflicto.



Toco este tema porque se acerca el 1 de Septiembre, fecha en que se recuerda la invasión de Polonia por las tropas Nazis y se marca el origen del conflicto armando que marco el siglo XX. Pero bueno tendré que leer el libro de Sir Martin Gibert, existe una traducción de su obra por la editorial esfera de los libros, algo incomoda ya que viene en dos volúmenes, a diferencia de la edición en Ingles que es presentada en uno solo volumen. Bueno cuando llegue su momento lo comentaremos.

martes, 21 de julio de 2009

Normandia, Mao y San Martin proximas publicaciones de Critica.

Por fin la editorial crítica a colgado cuáles son sus próximas novedades, entre ellas hay que notar el nuevo libro de Anthony Beevor dedicado al desembarco mas grande de la historia, hay muchos comentarios en los blogs y foros de discusión, a causado grandes expectativas, con mucha razón se espera grandes cosas, Anthony Beevor es un gran escritor, por el momento solo he leído la caída de Berlín y Stalingrado, no estoy muy interesado en el nuevo libro de Beevor pero de seguro que caerá en su momento.

En la pagina de la Editorial se puede leer el primer capitulo, ademas de algunos comentarios de historiadores como Max Hastings sobre la obra de Beevor. Capitulo Uno, La desición(17 pag)


Beevor es un maestro en el arte de dar nueva luz a temas ya conocidos. Ha reunido una gran cantidad de nuevas fuentes, voces y anécdotas inéditas para crear una saga tan vívida como sus anteriores narraciones de Stalingrado y Berlín. La caída: 1945. El relato del Día D es espectacular. Nadie sabe mejor que cómo traducir la aridez de la historia militar en un relato humano vivo, conmovedor e impactante. Su libro ofrece un millar de escenas de drama, terror, crueldad, compasión, coraje y cobardía. Una poderosa narración de la batalla de Normandía difícilmente superable."
Max Hastings, Sunday Times


En las próximas publicaciones se miran varias interesantes, entre ellas uno dedicado a la revolución Cultural China, escrito por Roderick MacFarquhar y Michael Schoenhals, he leído algunos comentarios sobre el libro y lo nombran como la enciclopedia de este momento tan importante en la historia de la china moderna. "A lo largo de una década, de 1966 a 1976, la vida entera de China se vio conmocionada por la revuelta de millones de jóvenes "guardias rojos", que, siguiendo la consigna de "derribar todo lo viejo" que les había dado Mao, protagonizaron unos años de terror, destrucción y muerte, con los que no lograron al cabo crear el mundo nuevo que soñaban, sino que, paradójicamente, pusieron los fundamentos de la China actual. Este gran libro no sólo nos relata unos acontecimientos de una dimensión épica, sino que nos revela las luchas por el poder que los desencadenaron y la forma en que Mao, manejando a unos contra otros y aniquilando a sus propios camaradas, afianzó su dominio personal".Además que su portada está muy bien lograda. La portada del libro es un cartel de propaganda que lleva la consigna “Un comunista debe ser un miembro avanzado del proletariado”. Los libros que llevan son el pequeño libro Rojo o también conocido como "Citas del Presidente Mao."




Otro en la misma línea de historia es la biografía de San Martín, Soldado argentino, héroe americano de John Lynch, el mismo autor tiene publicado también por la editorial Critica la biografía de Simón Bolívar.Tras su magistral biografía de Bolívar, John Lynch, profesor emérito de la Universidad de Londres, nos ofrece ahora la de este otro gran héroe de la independencia de la América de habla española que fue el general José de San Martín, una figura compleja y enigmática: liberal en una sociedad conservadora, monárquico en un mundo de republicanos, soldado e intelectual a la vez, un hombre reservado que rehuía la retórica y el brillo personal, pero que fue capaz de despertar el entusiasmo de los hombres que le siguieron en sus grandes empresas militares.San Martín había iniciado su carrera militar en España, en cuyo ejército sirvió durante veintidós años, hasta la guerra de la Independencia, en que combatió en la Batalla de Bailén. Pero las noticias de los movimientos de independencia americanos le llevaron a abandonar su carrera y a embarcar en 1812 para la Argentina. Fue allí donde concibió su plan de liberación continental y donde preparó un ejército con el que emprendió en 1817 la hazaña de cruzar los Andes en durísimas condiciones, para liberar Chile e iniciar desde allí el asalto al centro del poder realista español en Perú. Tras esta nueva campaña victoriosa se entrevistó con Bolívar en Guayaquil en junio de 1822 y, ante la imposibilidad de encontrar apoyo suficiente para proseguir sus proyectos libertadores, cedió la iniciativa a un Bolíver ansioso de gloria y, carente de ambiciones personales, abandonó el mando militar y político y regresó a Argentina. En 1824, decepcionado ante el curso que seguía la política en su propio país, embarcó para Europa, dispuesto a dedicarse ante todo a la educación de su hija y permaneció en Francia hasta su muerte en 1850, negándose a participar en las luchas intestinas de su patria.El libro de Lynch, basado en una amplísima documentación, no sólo nos ofrece el retrato humano de este personaje singular, uno de los mayores héroes de la emancipación de América, sino que ilumina el complejo contexto de las revoluciones hispanoamericanas.


Pueden ver todas las proxima publicaciones de la editorial Critica en su pagina web.


El Cartel que se usa para la publicacion de la revolucion Cultura lo encontre en Maopost.com

lunes, 20 de julio de 2009

Walter Cronkite


Este viernes pasado murió el presentador de CBS News Walter Cronkite, una imagen que es parte de la historia de los grandes momentos de la televisión, es definitivamente uno de los presentadores que presidio el momento en que la televisión se posiciono como el instrumento mas poderoso de comunicación, anuncio la muerte del presidente Kennedy, hizo reportajes peligrosos durante la ofensiva del Tet en la guerra de Vietnam, cuando el presidente Lyndon Johnson vio sus comentarios sobre la guerra de Vietnam, dijo “Si pierdo a Cronkite pierdo la mitad de America”, pero hoy por ser el 40 aniversario del alunizaje de la misión Apolo 11, les cuelgo el video del momento del aterrizaje, donde pueden oír los comentarios de este presentador que termina sin palabras ante la proeza de poner un hombre en la luna. El modulo lunar Eagle solo tenía 30 segundos de combustible, pero logra alunizar sin ningún problema, aquí el comentario de Cronkite tomado de sus memorias;


Cuando Neal emergió del Eagle, estaba retomando la compostura, la cual había perdido por completo cuando el Eagle se poso en la superficie lunar. Me había preparado para el momento pero cuando llego me quede sin palabras. “Oh, Boy!Whew! Boy!” Estas fueron mis primeras palabras, que serian grabadas para la posteridad. Era lo todo lo que podía pronunciar.




Otro momento histórico llego el 22 de Noviembre de 1963, el presentador habia estado atento a las primeras noticias que provenían de Dallas, Texas. Disparos sobre la caravana presidencial. Se encontraba en vivo y directo, con sus mangas arremangadas, se le entrego una hoja de papel. Hizo una pausa, trago un poco de saliva, se quito las gafas y miro directo a la cámara. Los tensos espectadores podían imaginarse cual era la noticia, una noticia que era anunciada con una voz sombría y temblorosa.


"From Dallas, Texas, the flash, apparently official: President Kennedy died at 1 p.m. Central Standard Time."


domingo, 19 de julio de 2009

Catalonia-proxima pelicula sobre Orwell

Discúlpenme por seguir con la onda Orweliana, pero no puedo dejar pasar esta noticia, Kevin Spacey y Colin Firth, serán los actores que participara en el proyecto que lleva el nombre de “Catalonia”, es la versión cinematográfica de Homenaje a Cataluña. El director será Hugh Hudson, y se planea comenzar la filmación en el 2010.

Hasta ahora no conozco ninguna adaptación al cine de esta obra, sus dos obras más famosa 1984 y rebelión en la granja, tienen varias adaptaciones, ya era hora que esta obra tan importante sea llevada al cine. Hay una película muy parecida a la obra de Orwell, se llama "Tierra y Liberta", es la historia de un británico que se enlista en las brigadas internacionales, pero termina enlistándose en el POUM, la misma milicia donde se enlisto Orwell, no recuerdo muy bien la trama, pero si no mal recuerdo termina cuando es desarmando el POUM por las fuerzas republicanas. Según el look de los actores, Firth será Orwell y Spacey el amigo de Orwell, el oficial Kopp, pero tendremos que esperar algunos avances o comentarios cuando comience la filmación.
Aqui el anuncion en Variety

Homenaje a Cataluña de Folio Society



Hace algunas horas termine "Homenaje a Cataluña" de George Orwell, en pocas palabras me fascino, me gusto más que "Rebelion en la Granja", aunque tengo como lectura pendiente 1984, vi la película que solo despertó mas mi interés por la obra escrita. Se debería de leer primero Homenaje a Cataluña antes de leer sus novelas, demuestra muy bien sus dotes de periodista y de un buen ensayista, algunas de sus marcas más importantes de sus obras se encuentra por primera vez en este libro, su actitud hacia el control de los medios, las críticas a los sistemas totalitarios, logran tener mejor sentido cuando se lee estas memorias de su participación en la guerra Civil española.

Orwell se alista como voluntario en las milicias del POUM(Partido Obrero de Unificación Marxista), logra participar en el frente de Aragón donde es herido en el cuello, regresa a Barcelona solo para encontrar las purgas políticas entre los diferentes partidos políticos por el control de la ciudad. Las luchas callejeras, los arrestos ilegales y la confusión causada por la desconfianza entre los partidos políticos desaniman a Orwell, al final logran escabullirse junto con su esposa, salvándose de las redadas a todos los miembros del POUM y todos aquellos grupos que anti estalinistas.

Sus experiencias en el frente de guerra son muy realistas, Orwell no esconde nunca sus sentimientos hacia el sinsentido de la guerra, aunque no participo en grandes batallas, las pocas acciones de asalto a trincheras fascistas son muy bien descritas, el frio, las pulgas, el hambre, el sueño y el miedo son los compañeros del romántico voluntario que tiene sus esperanzas en detener el fascismo en el frente de España. La edición que conseguí en la publicada por The Folio Society, una editorial británica que publica grandes clásicos en un formato de lujo, la presentación y el encuadernado son de alta calidad, la edición es acompañada por fotos del conflicto, algunas del mismo Orwell, otras de Capa, inclusive hay una de Ernest Hemingway, tiene dos apéndices que en la primera edición eran capítulos dentro de la obra pero que por deseos de Orwell fueron sacados como capítulos, en ellos aclara mucho la situación política y el engaño de los medios de comunicación escrita, que publican muchas falsedades sobre la guerra civil española, su crítica a los medios Británicos son muy duras pero interesantes para entender mejor la obra de este escritor Británico. También conseguí una edición de Tusquet, la cual además de traer por primera vez la edición de Homenaje a Cataluña sin la censura franquista, está acompañada por ensayos, cartas y otros escritos de Orwell sobre la guerra civil española. Esta edición de Tusquet la dejaremos para otro apartado, ya que merece una reseña solo para ella.

Jane Austen contra Zombis y Mostros Marinos

Soy de los que piensan que sea perdido mucho desde que las personas no leen como antes, si algo tengo que agradecer a mis Padres y familiares es que me inculcaran el habito de la lectura, algo que no se me hizo tan difícil ya que en mis tiempos(los años 80) la televisión en Nicaragua solo era trasmitida por unas horas y no habían muchos programas para niños con excepción de los fines de semana cuando desde la seis de la mañana ya habían programas infantiles, así que no crecí viendo mucha tv, mi mejor entretenimiento eran los libros, desde Esopo hasta Sergio Ramírez, en la pequeña biblioteca de casa se podía encontrar un poco de todo.



Ahora que los niños lean un buen libro es toda una Odisea, lo digo por experiencia propia, aunque mi hijo aprendió a leer desde pequeño no es un gran fan de los clásicos de aventuras, lo entiendo con tantas nuevas maneras de entretenerse(consolas de video, internet etc..) los tesoros literarios que hicieron despertar grandes emociones en el pasado no logran competir con el mundo del entretenimiento moderno. Por esto pienso que cuando a los jóvenes se les despierta el interés por leer algún libro o saber más de algún tema en particular se debe de aprovechar al máximo, ya lo vimos con el Codigo Davinci, las historia de vampiros adolecentes en Crepúsculo o con el todavía famoso Harry Potter, novelas con tramas sencillas que gana muchos nuevos lectores, aunque su calidad son criticadas logran que nuevos ejércitos de lectores se interesen por los libros y el mundo literario.

Asi que cuando vi como se parodiaba el clásico de Jane Austen, lo tome con una gran sonrisa, Orgullo y Prejuicio y Zombis es la novela que está causando sensación en el mundo anglosajón, no me imagino como los zombis pueden ser parte de las novelas románticas de Jane Austen, la trama de la novela debe ser sencilla, luchas a muerte contra los hambrientos zombis, con las típicas armas de siempre, un buen mosquete y una afilada daga o espada, el público lo ha tomado con mucho entusiasmo, la nueva versión del clásico de Austen se ha mantenido entre los best sellers del New York times y ha logrado mantenerse en los primeros puestos de ventas en la tienda en línea Amazon (Usa y UK). Ahora los editores quieren seguir exprimiendo el interés por este tipo de parodias, el próximo lanzamiento es Sentido y Sensibilidad y Mostros Marinos. De seguro que en algun momento sale alguna pelicula o mas libros inspirados en esta parodia.

Pronto tendremos la versión en español:

Umbriel Editores publicará la edición en español de Pride and Prejudice and Zombies (Orgullo y prejuicio y zombis), de Seth Grahame-Smith, una sorprendente adaptación del clásico de Jane Austen, Orgullo y prejuicio, que incorpora nuevas escenas con ataques de muertos vivientes, entremezclados con los planes matrimoniales y los bailes de la versión original. Está previsto que la obra llegue a España el último trimestre de 2009. La novela de Grahame-Smith ha despertado un gran interés en EE.UU., donde, tras su publicación, ha permanecido durante varias semanas en el tercer puesto de los libros de ficción más vendidos según el listado del New York Times. También ha alcanzado los primeros puestos en Amazon, donde llegó al número 1 en literatura contemporánea, y en Hollywood se prepara ya su adaptación cinematográfica. Al igual que en el clásico de Austen, el escenario principal de la historia de Pride and Prejudice and Zombies es Netherfield Park, que sufrirá los ataques de muertos que, llegados del más allá, causarán auténticas masacres. Elizabeth Bennet, la heroína de la historia, está dispuesta a acabar con la amenaza zombi, pero se verá distraída por la llegada del arrogante Sr. Darcy. Al tiempo que ambos inician su particular relación de amor-odio, deberán unir sus fuerzas para acabar con las hordas de muertos vivientes que les asedian.



El autor de esta serie es Seth Grahame Smith, escritor y productor de peliculas, tomo la idea del editor de Quirk book, Jason Rekulak, que tras el gran éxito del primer libro se ha firmado para otros dos libros mas, Lincoln: Casador de Vampiros y Sentido y sensibilidad y moustros marinos.
Acontinuacion el trailer de la proxima entrega, dedicada a los moustros marinos.


Normal Rockwell y la Integracion.

Hoy quiero dedicar algunas líneas aun gran pintor del siglo pasado y que ha pasado desapercibido fuera de su país natal, aunque sus pinturas son muy famosas por ilustrar grandes momentos de la cultura Norteamericana, sus carteles publicitarios y sus portadas para la revista Saturday Evenning Post.

El pintor es Norman Rockwell, conocido por muchos como ilustrador, pero sus obras merecen un rincón especial en el mundo del arte, aunque sus temas son puramente reflejos de la cultura Romántica Americana, muchas de sus obras son universales. Siempre fue descalificado por los críticos por sus pinturas muy dulces y románticas, pero sus últimas obras comenzaron a ganar notoriedad por su carácter realista. Hoy tocaremos una de ellas, la pintura se llama “el problema con que todos vivimos”, fue hecha en un momento de cambio por las protestas en contra de la segregación racial y el derecho al voto de los negros. Rockwell plasma en esta pintura un episodio de este momento tan enigmático para la cultura americana, la pintura representa a la joven Ruby Bridges, la primera niña negra que asistió a una escuela sureña donde solo permitían niños blancos, en la pintura se puede ver la escolta que cuidaba de la niña, entrando a la escuela, en declaraciones posteriores la niña creí que era el carnaval de Madi Grass, ya que ella vivía en New Orleans, y durante el carnaval era normal ver a la gente “gritar y tirar muchas cosas”, uno de los escoltas alabo a la niña por demostrar mucho coraje y no llorar en ningún momento. Una pintura controversial en su momento, se puede ver en la pared grafitis con sobrenombres racistas y manchas de objetos lanzados por los sureños tradicionalista que no estaban de acuerdo con una integración en las escuelas.

lunes, 13 de julio de 2009

Una guerra Incivil.

Hace sólo seis días que ha empezado el otoño y en los campos soplan tempestades revolucionarias y vientos de miedo. Un rumor de pasos africanos se acerca a Madrid. Los generales sublevados, los vencedores de Toledo, quieren tomar café en la Gran Vía y oír misa en los Jerónimos. Un cerco de muerte acecha desde Majadahonda hasta Vallecas. Regulares y legionarios atacan en la Casa de Campo y asaltan la Ciudad Universitaria protegidos por los cañones del cerro Garabitas. Allí, en las trincheras, junto a las facultades, en las salas del Clínico, les esperan los milicianos anarquistas, las brigadas internacionales, el pueblo de Madrid, hombres y mujeres anónimos que no les dejarán pasar

Cuando me llego este libro de Jorge M Reverte, me sentí un poco abrumado, en el índice no existían títulos, sino fechas, algo que no me esperaba, el día a día desde septiembre de 1936 hasta enero de 1937, el libro se convierte en una crónica de los eventos más importantes de este largo combate por el control de la ciudad de Madrid, al comenzar el libro me llene de prejuicios, creyendo que sería un libro difícil de seguir por la gran cantidad de personajes, movimientos, grupos y nombres de lugares que nunca había oído. Me gusta mucho la historia y he leído varios libros de historia de España, aunque de la guerra civil española que es el momento donde se desarrolla esta batalla, solo he podido leer dos libros dedicados a este conflicto, uno escrito por Hugh Thomas y otro en la serie de la editorial Osprey, Essential Histories(solo 90 páginas), pensé que me perdería por el mar de nombres y eventos, como siempre nunca pude estar más equivocado, el libro se desarrolla muy bien y no hay que tener una especialidad en la historia política militar de España, aunque es un libro de historia militar, no aburren en ningún momento los episodios donde se narran movimientos militares y el autor no nos ahoga con términos de carácter meramente militar. Tampoco se encierra en el entorno de las escaramuzas, combates y batallas por Madrid, ni se basa solo en los momentos decisivos de la batalla, todo su marco internacional es también narrado, algo que hace la lectura muy amena para los interesados en lo que pasa afuera de España. Lleva un estilo narrativo muy eficaz, se nota que el autor es periodista,plasma muy bien el doloroso drama de una ciudad en guerra, Reverte es un estupendo escritor.


El libro está muy bien equilibrado sobre su trato a los bandos en conflictos, sus abusos, desordenes, contradicciones, tramas políticas, pecados y victorias son muy bien abordados y explicados, basándose en los testimonios personales,memorias, reportajes y gran cantidad de libros, se apoya en una la gran cantidad de notas, que no se convierten en tequiosas, son una extensión del libro que ayudan atender mejor los testimonios que ha recopilado el autor. Me parecio muy interesante el trato de los voluntarios internacionales y sus historias, su participación en los dos bandos forman parte de la curiosidades de esta guerra, esos espíritus románticos, luchadores por la libertad o para detener al comunismo, acentúa mucho el carácter internacional de la guerra. El grito de no Pasaran, consigna Republicana para animar a los jóvenes voluntarios, surge un gran efecto en la líneas, logran detener el gran movimiento de la tropas de Franco, lo pagan caro, los duelos de artillería, las balas perdidas, los bombardeos, no llevan nombre ni color político, los civiles son los que pagan muy caro su participación en el conflicto, quedan atrapados en una guerra incivil como la nombraría Unamuno. “La misma excelsitud de su martirio lleva este drama a una grandeza moral como ningún pueblo español había conocido hasta ahora. En Madrid, donde nunca había pasado nada, pasa lo más grande de la historia contemporánea de España, y será menester que transcurra tiempo para que los propios madrileños todavía no asesinados, alegremente conformes con su tremendo destino, puedan percibir las repercusiones que su resistencia sin límite va a tener en los destinos de España. Si, Madrid se ha ganado una vez más la capital moral de todos los españoles”.


Si, los republicanos resistirán las envestidas de la tropas de Franco, ya sean Moros, Indígenas, legionarios, regulares, requetés o caballería, un ejército profesional, con un mando muy bien animado y con experiencia en el arte de la muerte, pero resisten, “Madrid seguirá inmensa en el dolor, en el miedo de todos sus habitantes, de los que han tomado partido por cualquier de ambos bandos, y en una insensata alegría. Durante todo el tiempo que dure la guerra”. El terror de ser alcanzado por una bomba de la legión Cóndor (mercenarios alemanes del ejército de Hitler), o ser visitado por un grupo de anarquistas que desean fusilarte, persiste en la vida diaria de los madrileños, y aunque se busque la mediación y se tomen medidas para evitar el envió de armas de parte de los países como la Union Sovietica o la Alemania Nazi, la guerra sigue su curso, se vuelve monótona en tierra pero sigue en los cielos. España termina siendo el campo de prueba para los gobiernos totalitarios, y terminan siendo en preludio para lo que le espera al siglo XX, el siglo más violento.
La batalla de Madrid es parte de una trilogía sobre la guerra civil española, los otros dos libros son La Caída de Cataluña y la Batalla del Ebro. Jorge M Reverte acaba de sacar al mercado “El arte de Matar”, editado por RBA.



miércoles, 8 de julio de 2009

Review de Robert Capa: Photographs

He estado los últimos días leyendo artículos de Robert Capa, su trayectoria como fotógrafo me tiene muy asombrado, tanto que estoy esperando su libro “Ligeramente desenfocado”(versión ingles) , ya hay una edición de esta obra en español, editado por la fabrica editorial. Le dejo este video donde se hace una pequeña reseña de su libro “Robert Capa: Photographs”, están la mayoría de sus fotos más famosas, tomadas en el frente Republicano durante la guerra civil española, Israel, China,sus únicas fotos de Omaha Beach durante el desembarco de Normandía, estas fotos se perdieron durante su revelado, uno de los técnicos subió demasiado la temperatura y se derritieron, las fotos habían sido enviadas a la revista Life en Londres. De los tres rollos que mando solo ocho fotos sobrevivieron, estas son de las más famosas del sangriento desembarque en las playas de Normandía. Tambien se incluyen las ultimas fotos tomadas en Indochina, donde Capa murio durante una patrulla.




Y agregamos un articulo de Gervansio Sanchez para el periodio el Pais.
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André Friedmann antes que Robert Capa
GERVASIO SÁNCHEZ 27/06/2009
Prefiero a André Friedmann, su nombre verdadero, que a Robert Capa. A la persona que al personaje. Al fotógrafo compasivo que al mito.
Prefiero su sensibilidad y ternura que su leyenda de la que se sentía rehén. Lo considero inmortal no por los riesgos que asumió en sus múltiples aventuras sino por su capacidad de dignificar a las víctimas de las guerras.
Sus mejores fotografías las hizo en la retaguardia. Allí fue donde documentó el miedo, la resignación y la desolación de los refugiados o los sobrevivientes de los bombardeos.
Intuyó desde el principio de su carrera que una gran fotografía debe documentar y emocionar y que se obtienen imágenes poco impresionantes en las situaciones más arriesgadas.
Muchos fotógrafos han querido emular a Robert Capa, un nombre inventado que utilizó con su amante Gerda Taro para multiplicar por tres el valor económico de sus fotografías durante los primeros meses de la Guerra Civil española, donde llegó con 22 años. En diciembre de 1938 la revista Picture Post presentó su trabajo como "las fotos de acción en la primera línea del frente jamás realizadas con anterioridad".
Pero lo sorprendente es que apenas hizo imágenes de combates. Desde enero de 1939 hasta 1943 no visitó un solo campo de batalla y se dedicó a regularizar su situación en Estados Unidos. Entre 1948 y 1954, año de su muerte, dedicó todo su esfuerzo a sacar a Magnum de los números rojos, muy alejado de los primeros conflictos de la guerra fría.
Es cierto que participó en el desembarco de Normandía, la liberación de París y Berlín y en las duras batallas del sur de Italia, la guerra entre árabes e israelíes en 1948 donde estuvo a punto de morir. Pero objetivamente pasó menos tiempo en la guerra que cualquier fotógrafo actual acostumbrado a trabajar en zonas de conflicto o algunos de los que trabajaron y murieron en la guerra de Vietnam. Miren si no los libros de James Natchwey, Gilles Peress, Don McCullin, Philip Jones Griffiths, Larry Burrows, Henri Huet, Yergueni Jaldei.
Es evidente que algo de su interior murió para siempre cuando Gerda Taro, la mujer que más quiso en su vida, fue atropellada mortalmente por un carro de combate en Brunete en 1937.
Alguna vez sintió que estaba "esperando los muertos" y es muy posible que alguien se lo recordase, pero casi nunca se aprovechó de su posición privilegiada para fotografiar de forma indecorosa las trágicas consecuencias de los combates.
En Ligeramente desenfocado (La Fábrica) recuerda el comentario que un piloto herido le hizo cuando le enfocó con su cámara: "¿Son éstas las imágenes que estás buscando, fotógrafo?". Y Capa se golpeó sin piedad: "En el tren de vuelta, con aquellos rollos de película bien aprovechados en mi bolsa, sentí odio hacia mí mismo y hacia mi profesión. Ese tipo de fotografías era apto sólo para sepultureros, y yo no quería ser uno. Si tenía que participar en un funeral, juré que lo haría desde el cortejo".
Nunca fue un carroñero y apenas enfocó su cámara sobre cadáveres. Richard Whelan, autor de su mejor biografía, ha escrito que "muchas de sus imágenes no son tanto crónicas de sucesos como estudios extraordinariamente comprensivos y compasivos de seres humanos en situaciones extremas".

Me gusta la persona (huyendo del mito) que enseñó a sus alumnos que la guerra no es emocionante ni una aventura sino peligrosa y poco fotogénica. En Ligeramente desenfocado recuerda de forma insistente que la guerra es aburrida y se queja de que sus fotos "son huecas y tristes" y no reflejan "la tensión y el drama de la batalla".
Richard Whelan explica una anécdota que muestra su forma de actuar. Cuando Ernst Haas, uno de los más jóvenes fotógrafos de la agencia Magnum, se ofreció para ir a la guerra de Corea, Capa se opuso y lo envió a realizar un reportaje a Grecia. Cuando el fotógrafo le pidió una explicación meses después, Capa le espetó: "Cuando uno está entusiasmado por ir a la guerra, es muy fácil que lo maten".
Su vida fue un derroche de apasionante vida social. Fue capaz de extasiar a las audiencias más exigentes y amó a mujeres muy bellas como la inolvidable Ingrid Bergman. Pero muchas veces huyó del mundanal ruido y se refugió en la soledad.
El escritor Irwin Shaw realizó en otoño de 1947 un magistral retrato del fotógrafo: "Solo por las mañanas, cuando se levanta tambaleante de la cama, Capa deja ver las huellas que la tragedia y el dolor han dejado en él. Su pálido rostro y sus ojos sin brillo reflejan la angustia de siniestras pesadillas nocturnas; he aquí el hombre cuya cámara ha escudriñado tanta muerte y tanta maldad, he aquí un hombre sin esperanza, dolorido, apesadumbrado, sin estilo ni elegancia".
El documento gráfico que desnuda la guerra y la hace consumible a miles de kilómetros apenas ha evolucionado desde que Robert Capa y una brillante generación de apátridas mostraron sin tapujos la cara oculta de los campos de batalla de España y Europa en los años treinta y cuarenta del siglo pasado. Aquellos grandes reportajes, hoy desaparecidos de las revistas y los diarios, sujetaban al sillón cada semana a millones de lectores y consumidores.
Si el húngaro Capa viviese en esta época tan poco amable con millones de seres humanos, su biografía bélica estaría repleta de coberturas en los conflictos balcánicos o latinoamericanos, las guerras afgana e iraquí o las africanas más olvidadas. O quizá hubiese abandonado su profesión para siempre cansado del utilitarismo de su trabajo o de su inutilidad.
En Images of War, Friedmann (o su mito Capa) recordó su encuentro con una niña tumbada sobre unos sacos en Barcelona en enero de 1939 en plena debacle republicana que le permitió conseguir una de sus mejores fotografías: "Es una monada pero debe estar muy cansada porque no juega con los otros niños. Casi no se mueve; sólo sigue todos mis movimientos con sus grandes ojos negros. No siempre es fácil mantenerte al margen y no ser capaz de hacer nada aparte de documentar el sufrimiento que te rodea".

lunes, 6 de julio de 2009

Fallece McNamara

Fallece el secretario de defensa más influyente durante la guerra fría, Robert S. McNamara, sus polémicas decisiones durante la guerra de Vietnam, su negocios en el mundo de las armas y sus proyectos armamentísticos nucleares para consolidar el poderío de los Estados Unidos durante dos mandatos presidenciales (Kennedy y Johnson),causarían mucha controversia por varias décadas, aunque a su favor no dudo en despachar tropas para defender a los activistas de los derechos humanos en sus protestas en los estados sureños. En el documental "Rumores de Guerra", once lecciones de la vida de Robert McNamara, menciona que los bombardeos sobre las poblaciones civiles en Japón dejaron más de 900,000 muertos. 16,000 soldados murieron durante su posición como secretario de defensa durante la guerra de Vietnam, 42,000 mas morirían en los próximos siete años de guerra y medio millón de soldados serian enviados a la guerra contra el comunismo. McNamara negaría años después que no sabía los daños que ocasionaría el uso del agente Naranja sobre las poblaciones vietnamitas, y que nunca estuvo involucrado en la decisión de usarlo. Aunque Kennedy lo alababa como "el hombre más inteligente que había conocido", un editorial del New York Times auguraba, las grandes discusiones morales que sus decisiones dejarían en la mesa, Howell Raines dice en este famoso editorial, "Mr. McNamara must not escape the lasting moral condemnation of his countrymen", (El señor McNamara no debe de escapar la eterna condena moral de sus compatriotas), Presidente del Banco mundial, al final de sus días, hablo en contra de la carrera armamentista y el uso de armas nucleares, asi como el rol moral de las actitudes belicas de los Estados Unidos.

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Les dejos el obituario del periódico El Pais.

El ex secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert S. McNamara, ha muerto a primera hora de la mañana de hoy a los 93 años mientras dormía en su casa de Washington, según ha informado su esposa. McNamara fue el arquitecto de la guerra de Vietnam y sirvió al frente del Pentágono durante las presidencias de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson. La salud de McNamara se había resentido notablemente después de sufrir una caída en la cual se fracturó una vértebra el año pasado.

Junto con Jonhson, McNamara se convirtió para los críticos antibélicos en el símbolo de una política fracasada que dejó como consecuencia más de 58.000 soldados estadounidenses muertos y al país sumergido en un desastre que parecía no tener fin en el sureste asiático.
McNamara pasó el resto de su vida tratando de explicar el papel de EE UU en Vietnam y pidiendo disculpas por sus errores, lo que le convirtió en el protagonista del documental ganador del Oscar, The fog of war (Rumores de Guerra). En el filme, el funcionario discutía cómo se tomó la decisión de entrar en el conflicto de Vietnam así como su papel en el Pentágono durante la crisis de los misiles de Cuba.

McNamara fue nombrado secretario de Defensa por Kennedy en 1961 y se mantuvo en el cargo durante más tiempo que sus predecesores e incluso sus sucesores. Con sus habilidades organizativas, trató de modernizar el Pentágono durante la Guerra Fría.
El funcionario, convencido de que la guerra habría terminado en Navidad de 1965, se lanzó de lleno a ejecutar las políticas de Johnson, sin calcular la resistencia a la intervención estadounidense tanto en Vietnam como dentro de EE UU.


A finales de 1967, criticó la decisión de bombardear el norte de Vietnam en represalia a los ataques a bases estadounidenses en el sur. Por ello, Johnson decidió apartarlo del cargo el año siguiente, ofreciéndole la presidencia del Banco Mundial. Allí McNamara encabezó una cruzada contra la pobreza y dirigió la expansión de la influencia de ese organismo multilateral. Cuando asumió la presidencia del BM en 1968, el banco sólo prestaba 1.000 millones de dólares anuales a los países del Tercer Mundo. Para el año fiscal que terminó el 30 de junio de 1981, su último día en el cargo, prestaba 11.500 millones.

Robert Strange McNamara nació en San Francisco el 9 de junio de 1916. Se graduó en la Universidad de California, e hizo un máster en la escuela de negocios de Harvard, donde se unió a la facultad en 1940. Se casó con Margaret Craig, compañera de la Universidad de California que falleció de cáncer en los 80, con quien tuvo dos hijos. En 2004, a los 88 años, se volvió a casar con la italiana Diana Masieri Byfield.
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Tim Weiner(autor de Legado de Cenizas, una historia de la CIA), escribió un muy completo obituario para el New York Times que les recomiendo que lo lea, es un poco largo pero explica muy bien las sombras y luces de este personaje del siglo XX.

Robert S. McNamara, Architect of a Futile War, Dies at 93

sábado, 4 de julio de 2009

Feliz 4 de Julio

Que mejor momento para hablar de historia que el 4 de julio, pongamos nuestra atención en la famosa pintura de John Trumbull, titulada la Declaración de Independencia, algunas veces mal nombrada como la firma de la declaración de independencia, claro en la pintura nadie está firmando, se está entregando un borrador de la declaración, son famosas las críticas a la pintura, como que no estaban todos los delegados al momento de la firma, además de presentarla como un acto muy formal, nunca hubo tal acto de firma formal. Algo que se convirtió en un mito por muchos años y que se ha ido desvelando es que el pie de Thomas Jefferson está pisando el de John Adams, cuando en realidad es que están muy cerca el uno del otro. Faltaron 14 firmantes y 4 personajes de la pintura nunca llegaron a firmar la declaración de Independencia.
En la serie de HBO sobre la vida de John Adams hay una escena donde se le presenta la pintura al viejo presidente Adams, le dice al pintor que ha visto muchos cuadros de pintores que saben usar muy bien los grandes espacios como por ejemplo Ruben y le asegura que al pintor que él no es ningún Ruben, en la escena también se ve que es acompañado por su hijo John Quincy Adams, aunque las criticas del cascarrabias Adams al pintor no son del todo reales, según el libro de David McCullough, al momento de llevarlo casi a la fuerza a ver la pintura, solo recordó el nombramiento de George Washington como Comandante en Jefe del ejercito Continental, y que al momento de ser nombrado solo se quito su sombrero y salió rápido por la puerta. En lo personal gusta más la pintura de Trumbull dedicada a la batalla de Bunker Hill que la Declaración de Independencia.

Para despedirme les dejo la escena que les comentaba que aparece en el último capítulo de la serie de HBO, John Adams, interpretado magistralmente por el actor Paul Giamatti, quien hace un tremendo papel. Además de una canción de la serie Schoolhouse Rock, FireWorks que resume la historia de la declaración de Indecencia con todo y la influencia que ejerció Thomas Paine con su panfleto “sentido común”.

Por último un dato curiosos que no me había percatado hasta que leí el libro de McCullough y v lo vi en la serie de HBO, John Adams murió curiosamente el mismo día que su gran rival político Thomas Jefferson, aunque después fueron amigos. Lo interesante es que ambos murieron el 4 de julio de 1826, en plena celebración del 50 aniversario de la Declaración de Independencia. Fueron los dos últimos supervivientes de los presentes en la Declaración de Independencia. Y en su lecho de muerte, las últimas palabras de Adams fueron: "Thomas Jefferson está vivo";(cuando en realidad éste había muerto cuatro horas antes).
The death of General Warren at the Battle of Bunker Hill

jueves, 2 de julio de 2009

La muerte y el azar de Guillermo Altares.

Hace algunos días tocamos el tema de la fotógrafa Gerda Taro, ahora leyendo por casualidad la versión online del periódico El País, encontré un reportaje sobre un nuevo libro de Rober Capa y Gerda Taro. La escritora Susana Fortes acaba de ganar el Premio Fernando Lara, Esperando a Robert Capa (Planeta). El artículo está muy interesante, tiene comentarios de historiadores como Anthony Beevor, Rick Atkinson y biógrafos de Capa, Alex Kershaw y Richard Whelan.

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Esa época de dioses, héroes y batallas llamada el siglo XX ha generado muchos mitos. Uno de los más poderosos ha sido el del corresponsal de guerra, que encarna el encanto del miedo, del peligro, del azar, del riesgo, de estar en el lugar adecuado en el momento equivocado, tiene toda la carga de la leyenda, la fascinación de alguien que ha contemplado la historia mientras estallaba a tiros y cañonazos. Y Robert Capa simboliza, quizás más que nadie, esa figura. Fue el fotógrafo desencantado de los dos últimos conflictos justos, la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial, un jugador compulsivo, un golfo cautivador capaz de ligarse a Ingrid Bergman, pero también fue un hombre tocado por el horror, con el corazón roto después de que un tanque matase demasiado pronto, durante la batalla de Brunete, en 1937, al amor de su vida, Gerda Taro, cuando estaba a punto de cumplir 27 años.

"André y Gerta", porque Robert Capa se llamaba André Friedmann y Gerda Taro, Gerta Pohorylle, "eran jóvenes y bellos, eran la personificación de la independencia", escribió François Maspero en su biografía de ella, L'ombre d'une photographe. "Les gustaba jugar, incluso jugar con sus propias vidas. Seducían con naturalidad a todos aquellos con los que se cruzaban y se parecían mucho el uno al otro en numerosos aspectos. Creo que cualquier persona que lea la biografía de André lamentará en algún momento no haber sido Robert Capa. Y muchas mujeres, después de contemplar la vida de Gerta, lamentarán, aunque sea durante unos breves instantes, no haber sido Gerda". Una sola frase, la dedicatoria del primer libro que publicó Capa, con fotos de la Guerra Civil, Death in the making, resume la pasión, el drama de una pareja que simboliza la herida del siglo: "A Gerda Taro, que pasó un año en el frente de España y se quedó".

Como todas las leyendas, como las grandes historias, sus figuras vuelven una y otra vez. Son los protagonistas de la novela con la que la escritora Susana Fortes acaba de ganar el Premio Fernando Lara, Esperando a Robert Capa (Planeta), mientras que La Fábrica ha publicado por primera vez en castellano las memorias de Capa, Ligeramente desenfocado, un libro delicioso, en el que el fotógrafo despliega su encanto personal al relatar los años de la II Guerra Mundial. Además, el Museo Nacional de Arte de Cataluña está a punto de inaugurar dos exposiciones sobre Capa y Taro, que contarán con una pequeña muestra de imágenes de la llamada Maleta mexicana, un conjunto de 4.300 fotos inéditas de la pareja y de David Seymour, Chim, que aparecieron a principios de este año. Aunque seguramente hasta 2010 no podrán verse en una gran exposición en Nueva York, bastantes fotos y la fascinante historia de los negativos están disponibles en la página web del Internacional Center of Photography .


"Fueron una pareja muy atractiva y muy poco convencional", relata Susana Fortes, quien no acaba de explicarse cómo nadie antes había escrito una novela sobre ellos porque "las buenas historias casi nunca se inventan". "Son dos personajes que se encuentran, comprometidos, entre los que surge una química brutal y protagonizan una historia de amor muy complicada, una relación que nace en el París de los años treinta, de los poetas y los pintores, pero que toma carne durante la Guerra Civil. También representan el duelo entre dos grandes fotógrafos", prosigue Fortes, que en Esperando a Robert Capa narra, a través de una minuciosa documentación, desde que se conocieron en París hasta la muerte de ella en la batalla de Brunete, en los alrededores de Madrid, el 26 de julio de 1937. Unos meses antes, como recuerda Fortes en su novela, esta mujer, bella y menuda, había escrito: "Tengo 25 años y sé que esta guerra es el fin de una parte de mi vida, el fin tal vez de mi juventud. A veces me parece que con ella terminará también la juventud del mundo. La guerra de España nos ha hecho algo a todos. Ya no somos los mismos: el tiempo en el que vivimos está tan lleno de cambios que es difícil reconocerse en cómo éramos todos nosotros hace apenas dos años. No me puedo ni imaginar lo que queda por venir".
Lo que estaba a punto de llegar era la II Guerra Mundial. "No hay duda de que Capa fue el mejor fotógrafo de aquel conflicto", señala el historiador Anthony Beevor, que tras los éxitos de Stalingrado y La batalla de Berlín acaba de publicar su narración del Día D. "Las pocas fotos que sobrevivieron del desembarco en Omaha Beach dan una idea perfecta de la confusión y el horror de aquel día. ¡Qué tragedia que el resto se destruyesen en el cuarto de revelado!". Uno de los biógrafos de Capa, Alex Kershaw, recoge en Sangre y champán. La vida y época de Robert Capa una cita del fotógrafo que resume su actitud frente al horror: "La guerra es como una actriz que va envejeciendo. Es cada vez menos fotogénica y cada vez más peligrosa".

"No hay ningún fotógrafo que haya reflejado la II Guerra Mundial mejor que Capa", explica el historiador y periodista estadounidense Rick Atkinson, ganador del Pulitzer en 2003 por Un ejército al amanecer, un relato de este conflicto en África, y que publicó en 2008 el segundo volumen, sobre la conquista de Italia por los aliados, El día de la batalla, dos frentes en los que estuvo Capa. "Estudié sus fotos a fondo durante mi investigación y hay algo realmente profundo en ellas, algo que te transporta al mismo momento en el que fueron tomadas", prosigue Atkinson, quien cree que tanto Capa como Ernie Pyle, el gran reportero de aquel conflicto, con el que compartió muchas trincheras, "fueron siempre muy poco sentimentales hacia la guerra porque eran conscientes del inmenso precio que había que pagar".


Las memorias de Robert Capa son un libro muy bien escrito, en el que relata sus aventuras durante la II Guerra Mundial con todo su encanto, pero también con un cierto cinismo y desde luego sin ocultar el enorme precio de sufrimiento y horror del que habla Atkinson. Pasa de puntillas por la Guerra Civil española, porque la muerte de Taro le dejó una herida que nunca se cerraría; pero recorre los frentes de aquel conflicto, desde el Londres de los bombardeos hasta el desembarco de Normandía, la liberación de París y el avance hacia Berlín de los aliados. Las primeras páginas marcan muy bien el tono: "Yo no tenía motivo alguno por el que levantarme cada mañana", es la frase con la que arranca para describir a continuación su triste existencia de exiliado apátrida en un sórdido ático del Village de Nueva York. Sin embargo, en un mismo día le llegan tres cartas. Una factura de la luz, otra del Departamento de Justicia en el que, como ex ciudadano húngaro, pasa a ser considerado un enemigo extranjero y debe entregar sus cámaras, y una tercera en la que Colliers le ofrece una plaza en un barco hacia Inglaterra y 1.500 dólares para cubrir el conflicto. Decidió echarlo a suertes y tirar una moneda al aire: si salía cruz, iría al Departamento de Justicia, si salía cara, aceptaría la oferta para ir a Inglaterra. Salió cruz, pero... "Entonces me di cuenta de que en una moneda de cinco centavos no había ningún futuro y tomé la decisión de guardar (y cobrar) el cheque y apañármelas de algún modo para llegar a Inglaterra", escribe. "Yo soy un jugador y decidí acompañar a la Compañía E en la primera oleada", diría mucho más tarde, en la víspera del Día D. Su relación con la suerte fue siempre así, desde sus primeros combates.


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ROBERT CAPA La muerte y el azar de GUILLERMO ALTARES